Otra noche más, me dispondré a encender el televisor, sabiendo de antemano que mi equipo tiene muchas papeletas parahacerme sentir verguenza.
Para empezar, la alineación de López Caro promete disgustos. Beckham va a entrar al mediocentro (el inglés ya me parece limitado como hombre de banda, o sea que imagínense como organizador), y todo para que puedan jugar tanto él como Salgado, ya que a Cicinho, por verguenza torera no lo puede sacar tras haber demostrado día sí y día también que es el mejor jugador de este Madrid.
No se descarta que juegue Raúl, lo que ya me suena a tomadura de pelo, y por lo menos parece que Ronaldo vuelve al once. Le ha venido bien el banquillo al brasileño, que por lo menos parece salir más enchufado a los partidos.
Sufriremos.
PD1: El día que las suplencias de Beckham dejen de ser una sentencia de muerte para los entrenadores blancos, empezaremos a ver la luz. No por la influencia del inglés en el juego blanco, si no porque significará que nos damos cuenta de que los nombres no ganan partidos. Si esta gente lleva tres temporadas sin ganar un título, ¿cómo pueden ser indiscutibles?.
PD2: Fíjense en la cantidad de veces que los jugadores del Madrid se dejan el balón atrás (especialmente Baptista, Robinho y Ronaldo). Si alguien me puede decir un motivo le estaré agradecidísimo.
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2 comentarios:
Entiendo tu justificadísimo enfado con el tema Raúl,pero te recomiendo paciencia, pues a tenor de lo que les he escuchado en dos días a Del Bosque, Michel y De Felipe jr, si hay algún galáctico intocable para el curso que viene ese es el capitán madridista.
Prudentes periodistas megainformados de lo que pasa en el vestuario blanco, como Relaño, Paco González, Segurola, ya han admitido que Raúl pone y quita a su antojo en el equipo de Lopez Caro.
No se trata de copiar modelos, y menos al Barça, pues todos estan muy condicionados por las circunstancias, pero cada vez es más urgente una catarsis total en la entidad.
Visto lo visto durante la temporada, y especialmente ayer en el Camp Nou, unos cuantos retoques en el equipo no van a ser suficientes para equipararse a los de Rijkaard la próxima temporada.
Y está claro que el Bernabeu está demasiado bien acostumbrado para aguantar un cuarto año sin títulos.
A eso no llegó ni el mejor presidente de la historia del Madrid, Joan Gaspart.
Me parece amigo Kantinu, que el Bernabeu ha perdido totalmente la ilusión. ¿Cuántas pañoladas soportó Gaspart?. Infinitas. ¿Cuántas broncas de verdad ha vivido el Bernabeu en estos tres años?. Nada de nada.
Un saludo
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