La resaca del 4 - 0.

Me acosté ya un poquito conmocionado por lo que escuché en el Rondo, y me levanto en estado de shock tras leer las crónicas de la mañana.

El Madrid hizo un partidazo anoche. Eso dicen. No es verdad.

Ganó fácil. Sí. Dejó detalles interesantes cara al futuro (Cicinho, Robinho, un correcto Ronaldo...), pero poca cosa más.

Primero porque el partido cambia radicalmente a partir de un gol en propia puerta del Depor en el minuto 9. Segundo, porque el Madrid no hace nada más hasta el segundo gol, y de ahí hasta el descanso sólo aparece en la brutal cabalgada de Ronaldo, que dicho sea de paso, había perdido todos los balones que había tocado hasta que metió su gol (¿problemas de confianza?). Tercero, el Depor fue una banda. Y así podemos seguir contando hasta 100 motivos que no me dejan ser optimista.

Lo peor es que la semana que viene vamos al Camp Nou, y ya los hay que se atreven a decir que les ganamos, y que tras ganarles aún hay Liga. Pues yo creo que no.

Primero, porque el Barça no va a reservar nada, ya que seguramente traerá la eliminatoria de Champions sentenciada de Lisboa (y si traen un mal resultado, aún peor porque se desahogarán con nosotros). Segundo, porque el objetivo real del Madrid, por mucho que me duela, y aunque en fútbol puede pasar cualquir cosa, será no caer goleado en Barcelona. Tercero, porque dudo mucho que Caro se atreva a dejar las vacas sagradas en el banquillo en un derbi. Y así podría seguir dando razones hasta llegar otra vez a 100 motivos por los que creo que saldremos escaldados del Camp Nou.

Para acabar, déjenme hablar del Bernabeu. Siempre se acusó a esta afición de ser muy exigente, y así, exigiendo lo máximo, es como el Madrid siempre ha estado encima de todos. Si nos empezamos a conformar, y aplaudimos el más mínomo detalle, nos volveremos un equipo vulgar, uno más. Lo peor que se puede decir de este equipo, es que no se espera casi nada de él.