Depresión.

Domingo por la tarde, cinco días de puentazo, al día siguiente a currar, ¿puede haber algo peor?. Pues sí, llegar lo suficientemente pronto a casa como para ver jugar al Madrid. Qué depresión.

No empezó mal el equipo, con sus carencias insalvables, pero haciendolo bastante bien dentro de sus limitaciones. El Celta no llegaba, que es lo que se le exige a un equipo de Capello, y el Madrid tampoco pero habían un par de ramalazos interesantes de un buen Ronaldo, que daban esperanzas de victoria. En el doble pegote, no se construía, pero por una vez parece que se destruía, aunque más bien parecía que todo lo hacía Diarra, Emerson como siempre missing.

Córner a favor del equipo blanco, rechace al medio campo... y resulta que Emerson sí que juega. Regalito al Celta y gol gallego. Pitos para el brasileño, lógico, es un zote. Al filo del descanso Raúl saca un córner y Emerson empata. A mí que me perdonen, pero es que la frase es dura de verdad.

Raúl saca el córner. Es la pura imagen de la decadencia del Madrid. No hace tanto, en los balones parados, se juntaban Hierro, Figo y Zidane delante de la pelota. Ahora se ponen Raúl y Guti. Así nos luce el pelo. Dejo el tema Raúl por ahora, que luego ya le tocará recibir, y me centro en la segunda parte de la frase: Emerson marca. Y aquí le toca recibir al Bernabéu, que pasa de los pitos a los aplausos con una facilidad tremenda y un chaqueterismo asqueroso. O sea que si Pinto saca la bola, Emerson sigue siendo un zote, pero si por cuestión de centímetros, la bola se cuela, ya es un crack y pasamos a aplaudirle olvidándonos de que es incapaz de hacer nada positivo para el equipo. No lo entiendo. Y encima se enfada porque le pitan, y monta el numerito en la celebración. Si por mí fuera, ese no volvía a vestir de blanco.

En la segunda parte, Emerson mejora, no se sabe si animado por su gol, o por la ausencia de Diarra. Parece que por separado rinden mejor, y el malí, está muy, muy espeso. También sale Robinho del equipo en el descanso. Me parece bien porque estaba de pena, pero ¿y Raúl?. ¿A éste cuando le cambiamos?. Llevaba cinco días aislado del mundo, no sabía ni cómo habían quedado las elecciones de la Generalitat, pero me he hinchado a escuchar las maravillas de Raúl por todas partes. Parece que ahora en el club, el que manda es un futbolista en franca decadencia, el nuevo Torquemada de la Inquisición blanca. Si quiere limpiar el vestuario, que se pire él el primero. No es culpa suya tal vez, pero cuando le endiosan de esa manera, me entran ganas de mandarlo todo a la mierda, y asumir, que el entorno blanco está lleno de imbéciles acojonados, peloteros y paletos. El primero de ellos el deficiente del presidente. Calderón, eres un paria que cada vez que abre la boca ensucia un poco más el escudo del Madrid. Por Dios, que alguien recuente el voto por correo, porque pase lo que pase no podemos ir a peor.

Intento volver al partido, aunque la indignación me puede. El equipo continúa bastante bien en la segunda parte, Ronaldo, el último jugador con calidad (que no actitud) digna del Real Madrid que queda en la plantilla (mientras que Robinho no demuestre lo contrario más asiduamente), está cerca del gol, pero un Pinto tan excesivo como eficiente acaba con sus ilusiones. Por cierto, el portero del Puerto de Sta. María, está hoy por hoy años luz por delante de Casillas, al que unas semanas de banquillo no le harían ningún mal, sobre todo porque Diego ha demostrado estar sobradamente preparado para ser portero del Madrid, o por lo menos para hacerlo mejor que el actual Casillas.

En el minuto 65 se va Ronaldo, y el Madrid se acaba. Entra Beckham, del que espero que Mijatovic, el único con dos dedos de frente, lo empaquete en Enero a la MLS, la Premier o a Regional Preferente, pero fuera ya. Y el Madrid se acabó porque se quedó sin referente, porque yo me acuerdo cuando jugábamos en el patio del colegio, que siempre se le pasaba la pelota al mejor, y los demás ni la olían, pues eso hacía ayer el Madrid, dárselas todas a Ronie, porque es el único diferente si Robinho está gris. Por eso Raúl va a por él, por puros celos, envidia, porque sabe que es mejor que él, y le jode. Por eso ayer corría como un pollo sin cabeza, para que los carroñeros que le adulan, siempre puedan ensalzar su gran actitud frente al pasotismo del brasileño. Total que cuando estaba resignado al empate, llega Reyes, del que ya dijimos hace tiempo aquí, que no hace más de diez partidos buenos por temporada (y ésta ya ha gastado unos cuantos), y le regala el segundo al Celta. Pues prefiero al doble pegote, que por lo menos no perdemos.

¿Saben qué pienso yo?. Que se pueden ir los dos a la mierda Raúl y Ronaldo, y los otros veintitres detrás, y Capello que me ha decepcionado en esta segunda etapa también. Al payaso de Calderón, mejor no les digo dónde lo mando.