Los vendeburras

No hace mucho, dediqué un post a una serie de personajes, que nos han dejado, y que me parecían entrañables para nuestra liga, los Mendoza, Gaspart, Gil y compañía. Pues ahora me voy a centrar en el extremo opuesto, los que se han ido, o mejor dicho, a los que han echado, y yo, por lo menos, doy las gracias por ello.

El banquillo es un lugar peligroso para vivir. Para mi entender, hay tres tipos de entrenadores en este mundo:

1. Los buenos, que son los menos, capaces de sacar a su plantilla su máximo rendimiento. Son los casos de los Capello, Mourinho, Benítez, Rijkaard... casi todos ellos basados en el trabajo, excepto el holandés, poco apreciados por la prensa. Elogiados por sus aficionados.
2. Los que no molestan. Son la amplia mayoría. Son entrenadores que simplemente, dejan hacer a sus jugadores. Es el estilo Del Bosque, si me dan buenos jugadores, campeones. Si me das paquetes, a Segunda. No hay más.
3. Los malos. Unos cuantos, y afortunadamente todos en paro o en ligas menores. Son aquellos que no paran de fracasar, y que en vez de hacer autocrítica, le echan la culpa al mundo, porque mandan los resultados, se pierde la esencia del fútbol, etc. No sólo no me gustan porque son malos, si no que me parecen envidiosos, incapaces de acpetar que gente con otra manera de ver el fútbol, les ganen día sí, día también criticando l trabajo sus compañeros por platós de TV. Vamos a hablar de ellos.

El número uno, quizá porque es el único que presenta algo de palmarés, es 'el Iluminado'. Cruyff, un tipo que tuvo la suerte (o el conocimiento, que al César lo que es del César) de juntar a una gran generación salida de categorías inferiores, con los mejores extranjeros del momento, y un buen grupo de fichajes nacionales. Hasta aquí todo bien, o incluso excelente. Pero claro, el nene se fue endiosando, sus propias figuras le fueron eclipsando, y decidió que eso no podía ser. Total, que se los cargó a todos, uno a uno, y se fue a por los cracks del momento: Escaich, Prosinecki, Hagi & company, que completan la nómina de figuras que inició Romerito. Como es lógico, fracasó estrepitosamente, pero creo que aún no se ha dado cuenta. Desde entonces, vive recluído en su columna de La Vanguardia, criticando a entrenadores de verdad como Mourinho, o jugadores como Ronaldinho que hagan peligrar su status de Dios Todopoderoso entre los culés. Y rezando porque a nadie se le ocurra proponerle la vuelta al banquillo, porque sabe que sería incapaz de dirigir a un equipo con un mínimo de acierto.

Valdano, el pequeño aprendiz. Su palmarés, una Liga. Al siguiente año, dejó al Madrid sin Europa por primera vez en su historia (aunque el muerto recayó en el pobre Arsenio). Fracasó en el Valencia, y afortunadamente, ha comprendido, que lo suyo es vender burras por los medios de comunicación, dejando el banquillo a los profesionales de verdad.

Cappa, el aprendiz del aprendiz. Creo que estaba entrenando en Sudáfrica. Según él, porque era una experiencia enriquecedora. La verdad es que era el único sitio donde le querían. Ahora se ha apuntado a la moda de los platós de TV. Parece que afortunadamente, también ha renunciado a los banquillos.

Y aquí viene el mejor: Lillo. Palmarés ¿?. Desconozco si continúa engrandeciendo la historia de los Dorados de Culiacán con su presencia. El peor de todos, y encima el que más raja. Un tío que sólo acumula descensos y fracasos, y que se atreve a criticar a los buenos de verdad. Es el Coto Matamoros de las tertulias futbolísticas, sólo dice jilipolleces. El auténtico precursor de el actual gran momento culé, y me explico:

En plenas elecciones a la presidencia azulgrana, con Bassat dominando las encuestas, no se le ocurre otra cosa a Guardiola, secretario técnico del publicista, (futbolista sobrevalorado donde los haya, y adoctrinado por el Iluminado), que proponer a Lillo como técnico culé. 'Al soci que no es tonto i no se'l pot enganyar', se le torció el gesto, y cambió el voto hacia un Laporta que se las llevó de calle, con Rossell a la derecha, construyendo el actual equipazo blaugrana.

Hay muchos más, y prometo una segunda edición más detallada y hecha menos a la carrera, pero es que ha sido entrar en el debate del amigo Andrés sobre Mourinho , y me he inspirado.

Afortunadamente, mientras los vendeburras animan las tertulias futbolísticas, uniéndose a gente de su calaña como Roberto Gómez, los auténticos profesionales como Caparrós, Juande, Aguirre, etc, trabajan y trabajan.

PD: Las nuevas generaciones de vendeburras, encabezadas por Míchel y Guardiola, prometen y mucho. Se aceptan sugerencias para posibles miembros del club.