Como pasa el tiempo.

Aún recuerdo cuando era un crío. La plata de Los Ángeles '84, me cogía prácticamente dejando los pañales, y a medida que fui creciendo, lo hice con la certeza, de que en el patio, o se jugaba al fútbol como opción principal, o se jugaba al basket, que tampoco era mala idea.

Abría el periódico, y tras las páginas del fútbol, llegaban las del mundo de la canasta, porque tenía que ser así, porque yo había crecido sabiendo, que tras los goles, siempre iban las canastas.

Pero fui creciendo, y poco a poco, me fui enterando, de que no siempre había sido así, que resulta, que el baloncesto, había sido toda la vida uno más de los deportes que quedaban detrás del fútbol, y que lo que yo creía un deporte consolidado, no era más que un boom provocado por una gran generación de jugadores; algo así como aquel famoso 'efecto Urdangarín' con el que pretendieron relanzar el balonmano, sólo que con más éxito.

Después llegó el Angolazo, y la Liga de las estrellas, y el irrepetible Indurain, y el ya comentado efecto Urdangarín, y los éxitos en Roland Garros, y Alonso, Crivillé, Pedrosa, y poco a poco el basket se hundía más y más, y quedó tocado de muerte con los galácticos y los que le siguieron, y la desaparición del partido ACB en abierto, etc.

Pero es curioso como pasa el tiempo, como evoluciona todo, hasta este blog. Recuerdo mi primer post: criticaba la elección de Gasol como All-star. Hoy, no puedo más que reconocer lo que este chico ha hecho por el basket en este país, que a raíz de su aparición, volvió a fijarse en lo divertido que era meter la pelotita por el aro, aunque estuviéramos más pendientes de lo que pasaba al otro lado del charco, que de la propia ACB.

Hay que decir, que el propio Pau ha sufrido una evolución espectacular en poco más de un año. No sé si será la barba, pero es que, en este Mundial, ha demostrado, que se trata del mejor jugador FIBA del mundo, por encima incluso de Nowitzky, y años luz superior a las estrellitas USA. Sigo sin creer que sea un showman all-star, pero eso no quita para que jugando al baloncesto, sea mucho mejor que ellos.

Porque ha hecho un Mundial estelar, sin hacer 40 puntos, pero con 20 tantos, 10 rebotes, y sobre todo un poder de intimidación, hasta ahora desconocido en él. Ha sido el amo indiscutible de la pintura en todos los partidos de España.

De nuevo, hemos vuelto al punto de partida, donde los niños, sabrán, que después del fútbol, viene el basket, es la hora, de que los responsables, no dejen que vuelva a ser un boom pasajero.