Los payasos de la tele

Hace ya demasiado tiempo que el circo está en decadencia. A partir de mi generación, si no antes, los cachivaches electrónicos, arrancaron de cuajo el interés de los chavales por lo clásico. A decir verdad, yo sólo he estado una vez en el circo, y ya era bien grandecito. Mi novia se empeñó en ir, y yo, medio a regañadientes, no tuve más remedio que aceptar.No puedo decir que me entusiasmase, ni que me disgustase. Me pareció entrañable y poco más.

Del mundillo del circo, sacamos en España a bastantes personajes que hoy en día, aún colean. El domador Ángel Cristo (¿cómo podía semejante personajillo ponerse delante de una fiera de esas?), y sobre todo, los payasos de la tele. La familia Aragón, que ha cambiado narices de payaso por billetes a expuertas en los mejores casos, y apariciones casposas en "el tomate" para los menos afortunados. Esta gente se ganó la fama, haciendo intencionadamente el payaso delante de todo aquel que quisiera verlos. Algo digno y respetable.

En pleno siglo XXI hemos cambiado la historia. Hoy en día, los que hacen el payaso delante de las cámaras, son chavales de veintipocos años, catalogados como deportistas famosos, pero que en cuanto dejan de hacer lo único que saben, se convierten en meros bufones.

El Mundial de motociclismo, nos ha dejado cosas extraordinarias este fin de semana en Jerez. Memorable la carrera de 250 cc., donde el Ramón Calderón del motociclismo, el bocazas Jorge Lorenzo, volvió a demostrar tanto talento sobre la moto, como estúpidez al bajarse de ella. Sus míticas frases como "he recuparado la mirada del tigre", o "ha vuelto el rey Lorenzo", no dejan lugar a dudas: cada vez que está sobre la moto, uno no puede desear menos que verle gripar, aunque solo sea por no tener que escucharlo al final de carrera.

En MotoGP, exhibición de Valentino. Curioso lo de este tipo. Posiblemente, el mejor piloto de la historia, pero que arrastra más seguidores por sus bufonadas, que por su combinación insuperable de talento y arrojo. Esa explosiva mezcla entre Pedrosa y Melandri, queda diluida en el momento que descabalga de su motocicleta. Tal vez por eso, a los que añoramos el saber estar en el deporte, nunca nos parecerá ni la mitad que el gran Doohan. Un piloto, y una persona, que se viste por los pies.

Afortunadamente, parece que F.Alonso, ha anunciado que renuncia a sus monerías habituales en sus hipotéticas victorias, y como a Raikkonen, ya damos por hecho que estas cosas no le van, el 'Gran Circo', baja su ración de payasos.

Y yo me pregunto... ¿en vez de subirlos a un cacharro con motor nada más nacer, no sería más inteligente hacerles leer algo de vez en cuando?