lunes, febrero 27, 2006

No me gustó lo de Eto'o.

Llevo desde el sábado escuchando frases que empiezan con la coletilla "Es increíble que en pleno siglo XXI...", y sí, realmente me parece increíble, que en la época en la que estamos, sigamos confundiendo fútbol con racismo. Porque está muy feo que se mofen de una persona por el color de su piel, pero creo que ya somos todos suficientemente mayorcitos para darnos cuenta, que los mismos que insultaban a Eto'o, aplaudían a Ewerthon o Álvaro, por tanto deja de ser un problema de raza y pasa a ser de rivalidad deportiva. Insisto, me parece muy desagradable la actitud de esos cuatro imbéciles, pero la única forma de acabar con esta lacra que parece extenderse es ignorarla, porque entre todos lo estamos poniendo de moda.

Lo siento, pero creo que Samuel debió pensárselo dos veces, porque estoy convencido, que si el camerunés hubiera tenido mayor protagonismo en el partido, no hubiera reaccionado así. Además, me temo que su reacción provocará que cada vez que pise un campo de fútbol, se le insulte constantemente para descentrarlo. Y, ya sé que es muy difícil, pero Samuel debió pensar en la inmensa mayoría del público maño, que se estaban comportando ejemplarmente, y han quedado marcados como racistas. E insisto, me parece muy feo insultar a una persona por su color de piel, pero creo que para un profesional del fútbol puede ser mucho peor que te llamen gordo (Ronaldo, Cassano) dejando en entredicho tu profesionalidad, o que te deseen la muerte (recientemente el Dani muérete para el bético en Pamplona), hemos visto volar objetos por todos los campos de España, hemos visto a un indeseable agredir a Reina en el Bernabeu, y entonces nadie se tiró de los pelos. Todos hemos visto a un estadio entero hacerle el desagradable "uh uh uh" a Roberto Carlos, y el brasileño siguió jugando, porque sabe de que va el tema. Desgraciadamente, ésta es la cara fea del fútbol, y, gran parte de culpa la tienen los jugadores, que últimamente parecen abonados al "todo vale".

Por cierto, y pasando a un tema más lúdico y agradable, tampoco me gusta el afán de protagonismo de Ronaldinho, esas aparatosas gesticulaciones al reclamar faltas, su parafernalia al meter el penalty, su costumbre de bajarse el último del autobús para llamar la atención...

En otro orden de cosas, Messi no estuvo tan brillante como otros días, ¿cuánto reclamará "el Iluminado" en reclamar banquillo para él, criticarle, y decir que se le están subiendo los humos?. Hablaremos largo y tendido sobre Cruyff proximamente.

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