lunes, febrero 13, 2006

San Mamés no es lo que era

Tras pasar la semana con más pena que gloria a causa de la reiteración de chistes por parte de mis colegas sobre el ridículo de Zaragoza (que si el tenis, el 6 en 1 para la chatarra galáctica, Zizou en catalán se dice sis-ú), se presenta el Madrid en Bilbao (donde casualmente también tengo gran cantidad de amigos y la derrota me escocería muchísimo). Afortunadamente, los leones son auténticos gatitos (si no fuera por lo que reparten, claro), y salvamos la honrilla.

Del partido poco que destacar, en defensa tremendo Woodgate, (por cierto, ¿quién recomendó su fichaje?, lo digo porque igual es el único que sabe algo de fútbol de toda la cúpula blanca). Bien Salgado, confirmando que el otro día en Zaragoza simplemente estaba falto de ritmo (prefiero a Cicinho, pero creo que el gallego es un gran lateral).

En medio campo, grande el francés (si sigue a este nivel, creo que Francia puede ser la alternativa a Brasil en Alemania) y correctos los demás, aunque el equipo es muy largo defendiendo.

Gran Robinho que protagonizó todo el peligro real del Madrid, y Ronaldo, por lo menos se movió. Nadie le pide al nueve que se pegue las carreras de Eto'o, pero si que tenga un poco de vergüenza torera, corra un poquito y haga como si metiera la pierna, con eso de verdad que me conformo.

PD1: ¿Sabrá Pablo García eso de que quien siembra vientos recoge tempestades?.

PD2: ¿Ningun árbitro piensa hacer algo para evitar que el primer balón que toca Robinho en cada partido no sea el preludio de una brutal patada para marcar territorio del lateral de turno? Una amarilla en el minuto uno haría que la gente se lo pensase más.

PD3: ¿Qué porcentaje de victorias tiene el Real Madrid cuando no juega Beckham? Creo que podría ser un dato alarmante para el inglés.

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